Política

MILEI: MENEMISMO Y EL HORIZONTE DEL PROGRESISMO EN ARGENTINA

“El Progresismo Argentino debe olvidarse de las siglas PJ y UCR, sellos vacíos de dos Corporaciones que olvidaron su ideología y sus propias historias de luchas y revoluciones. En las veredas de sus Unidades Básicas y Comités, respectivamente, quedaron los Peronistas y los Radicales con una visión Nacional y Popular del Estado”

Menem no activó la economía y la producción, como suelen ponderar los que acompañan al Presidente Milei, todo lo contrario: entregó el manejo de nuestra economía a organismos internacionales financieros dedicados a la usura institucionalizada y destruyó la Producción Nacional, abriendo las importaciones sin ninguna barrera proteccionista, lo que provocó el cierre de industrias y fábricas; la pérdida de empleos por millones y una pobreza estructural descontrolada.

Milei leyó a Menem y está repitiendo esa perversa y fracasada historia de creerse el verso de una Argentina ya no integrada al mundo, sino “del Primer Mundo”. Pero lo hace con un condimento delirante: él mismo, se considera un Líder Planetario, el mejor del Mundo y sus alrededores.
Olvida que hubo un Dúo que, al igual que él, imaginaba ser parte de otra Liga; de una instancia superadora a lo existente hasta entonces. Sus apellidos eran Mussolini y Hitler. Así les fue, a ellos y a sus Pueblos.

Es innegable que el mundillo de la Política Criolla le brindó esa posibilidad de ser y de existir. Porque la incompetencia de algunos se tapa – desde hace tiempo – con Decretos y Leyes con poca duración, que suelen declararse inconstitucionales al tiempo de ver la luz. Mientras tanto y, hasta que eso suceda, su vigencia causa más daño de lo que vinieron a curar. Ciertos sectores de la Sociedad se convirtieron en Oligarcas de la Política, provocando – con sus prácticas – que las limitaciones de nuestra Democracia sean proporcionales a las de la formación de estos sujetos (formación política; intelectual; humana; técnica y profesional).

El caso de la Provincia de Tucumán es un claro ejemplo de lo expresado en el párrafo anterior. Una Provincia a la que se la consideraba Peronista, terminó siendo “Esclava del PJ”, Partido que disciplinó a sus Bases; eliminó la formación de sus nuevos Cuadros; silenció el debate interno y criminalizó al pensamiento crítico. Antes que Milei, el PJ Tucumano ya había hecho uso de la “licuadora” y, todo buen “Cuadro Progresista” que surgiera o que surja, es succionado y mezclado con el resto del contenido de la licuadora.

La Formación, construye el Pensamiento Crítico y éste – a su vez – consolida la Conciencia de Clases, elemento vital para saber de dónde se viene; a quién se representa y qué intereses deben defenderse.

El Progresismo Argentino debe olvidarse de las siglas PJ y UCR, sellos vacíos de dos Corporaciones que olvidaron su ideología y sus propias historias de luchas y revoluciones. En las veredas de sus Unidades Básicas y Comités, respectivamente, quedaron los Peronistas y los Radicales con una visión Nacional y Popular del Estado, ese Estado que debe ser garante de Educación; Salud; Trabajo y Vivienda, además de seguir un camino de inalterables Políticas de Estado en Industria; Energía; Ciencia y Tecnología, en manos argentinas y para la Argentina. De esto debe nutrirse el Progresismo.

Como nunca antes, la Derecha Argentina se consolidó mayoritariamente en un alto porcentaje de la Sociedad, pero atomizada en cuatro grupos o sectores, que son: el Peronismo de Centro Derecha; la UCR; el PRO y LLA. Esto abre un excelente panorama para el Progresismo de Axel Kicillof y para el Cristinismo “con Cristina”, con vistas a la renovación parcial de las Bancas de Senadores y Diputados Nacionales en 2025.

Libre de ataduras; anclas y acuerdos electorales con impurezas, este nuevo Frente de Centro Izquierda Argentino, debe sentar las bases – en 2025 – para la gran batalla que vendrá en 2027 o incluso tener sustento Parlamentario y de Representación, para una eventual salida a lo De la Rúa, del mesiánico planetario que nos gobierna. Todo es posible cuando se repiten errores del pasado y es hora de que el Progresismo Argentino lo entienda de una buena vez por todas.

Javier E. Guardia Bosñak
Javierucr1970@gmail.com

Exit mobile version