Sociedad

Celebran el Día de la Ciencia y la Tecnología en un contexto de ajuste

Por la crisis que azota al país los científicos argentinos conmemoran su día de una manera particular.

Cada 10 de abril se celebra en el país el Día del Investigador y de la Investigadora Científica, para recordar el natalicio del Dr. Bernardo Houssay (1887) -primer Nobel de América Latina- quien presidiera los destinos del CONICET en sus inicios.

La actualidad encuentra al campo científico en una alerta permanente por las decisiones tomadas por el Gobierno nacional de Javier Milei y un paquete de medidas que dejan al descubierto un horizonte poco alentador para los profesionales.

“La ciencia y tecnología es central para que un país progrese, así lo demuestra la inversión que realizan los países centrales en ello como Israel, Estados Unidos, Japón o Alemania que invierten más de 1% de su Producto Bruto Interno (PBI) en este aspecto”, explicó el taficeño Luis Caro Zottola, investigador del CONICET NOA Sur. Y añadió que “en Argentina se destina el 0.33. Para lograr avanzar en este porcentaje de inversión, en 2021 se aprobó la Ley de Financiamiento en CyT para llegar progresivamente al 1% del PBI en el año 2032”.

En tanto, el docente brindó sus consideraciones con respecto al presente del sector y su relación con las políticas nacionales: “Llama la atención que, contrario a lo que hacen los países desarrollados, el actual Gobierno nacional ha tomado una política, no digamos de achique del sector, sino de paulatina destrucción del sistema de ciencia y tecnología, ya que no ha actualizado el presupuesto”. Asimismo, sostuvo que se “ha iniciado una gran cantidad de despidos de personal esencial que llevará a la parálisis del sistema, la falta de envío de insumos para el mantenimiento de equipos, la reducción de las becas doctorales y el desguace del financiamiento de proyectos de investigación”.

Por otra parte, aseguró que “es imposible proponer que la Argentina sea potencia sin ciencia y tecnología. Lo cual se genera con el desfinanciamiento de las universidades nacionales que producen, junto al CONICET y otros organismos de ciencia, el conocimiento que nos sirve para nuestra vida cotidiana, tal como sucedió en la pandemia de Covid 19 en la que se crearon barbijos y se avanzó en la creación y análisis de vacunas”.

Por último, Caro Zottola llamó a la reflexión: “No es que un país debe ser rico para invertir en ciencia y tecnología, sino que para dejar de ser un país pobre y dependiente es necesaria la inversión en ciencia ya que genera riqueza y soberanía”.

Quién es Luis Caro Zottola

Abogado, doctor en Humanidades Área Derecho por la UNT y Máster en Cuestiones Contemporáneas de Derechos Humanos por la Universidad Pablo de Olavide (UPO), Sevilla, España. Docente de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNT. Se desempeña en el Centro de Investigaciones Jurídicas y Sociales que depende del CONICET a través del INTEPH.

Sobre la actualidad del Conicet

El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) mantiene su primer puesto como institución gubernamental de ciencia de Latinoamérica, según los resultados de la 16ta edición del Ranking Scimago (SIR), publicado de manera reciente. De los organismos de gobierno de América Latina dedicados a la investigación, el CONICET vuelve a ubicarse primero en el ranking seguido por México, Chile y Brasil.

Asimismo, se ubica en el puesto 20 entre 1870 instituciones gubernamentales dedicadas a la investigación de todo el mundo. Este organismo se dedica a la investigación científica básica y aplicada en la totalidad de las áreas del conocimiento como por ejemplo en ciencias médicas, biológicas, químicas, ciencias sociales y humanas entre otras.

Se articula principalmente en las universidades nacionales y en cada región existen los Centros Científicos y Tecnológicos (CCT) como en Tucumán que aglutina los institutos de investigación de Santiago del Estero y Catamarca.

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