Luego de más de nueve meses del hecho, dio inicio el debate oral y público por la muerte de Yamila Alejandra Díaz Musa, de 21 años. Su ex pareja Enrique Leonel Díaz, de la misma edad, está imputado por homicidio con dolo eventual, dado que manejaba la motocicleta que llevaba de acompañante a Musa y que le costó la vida luego de que el individuo perdiera el control del rodado.
El episodio tuvo lugar el 17 de julio a las 2.20. Tras salir de un drugstore ubicado en avenida Roca al 200, Díaz insistió a Yamila, con quien tuvo una hija, que accediera a retirarse del local en su motocicleta junto a él. El acusado habría estado bajo los efectos de cocaína y alcohol y fue advertido por el hermano de la víctima de que no estaba en condiciones de manejar.
Sin embargo, la joven subió al vehículo y a poco más de tres cuadras cuando transitaban por calle 9 de Julio, hacia el norte, al llegar a la intersección con calle Mendoza Díaz perdió el control de la moto y Yamila salió despedida. Su cuerpo impactó contra una columna de electricidad, por lo que sufrió un traumatismo encéfalo-craneal y maxilofacial grave que le provocó su fallecimiento.
En este sentido, la Fiscalía solicitó ocho años de prisión de cumplimiento efectivo. En el caso interviene la Unidad Fiscal de Homicidios II, conducida por Carlos Sale y representada en este juicio por el auxiliar de fiscal, Miguel Fernández.
Durante la jornada prestó declaración la madre de Yamila, Sandra Musa quien aseguró en declaraciones a Canal 8 que “siempre dijimos que no fue un accidente. Yamila era víctima de violencia de género por parte del padre de su hija. El día del hecho a él no le pasó nada ni a su moto tampoco”.
Por su parte, Carlos Orestes Malica, abogado defensor, negó que su cliente haya consumido cocaína esa noche y argumentó que se trata de “un accidente de tránsito. Nuestra expectativa es que se determine lo que ocurrió y se aplique las consecuencias acordes al hecho. Se discutirá si fue agravado o no”.
Por último, el padre de la víctima comentó que ella había realizado hasta siete denuncias previas, que quedaron encajonadas, sin recibir la atención y la protección necesarias.
