Todo comenzó en un Puerto, lujoso y exclusivo, como el Salón principal de un casco de estancia de la rancia sangre patricia de nuestras pampas húmedas, élites que conformaron la proto oligarquía que hoy conocemos y que tenían muchos hijos e hijas – como Política Familiar – con la disposición de: cerrar acuerdos matrimoniales; ocupar espacios preponderantes del Estado y, sí o sí, ser – por lo menos dos de los hijos y una hija – Militar; Sacerdote y Monja, respectivamente.
Bajo ese esquema y rígida estructura, lo operativo y logístico estaba asegurado objetivamente, desde la letra y desde los escritos (Leyes; Normas; Decretos; Reglamentos; etcétera), porque eran, en definitiva, sus escritos y con su letra, la de la Clase dominante. Aunque faltaba algo que ofreciera seguridad ante lo variable e imprevisible de la subjetividad: debían trabajar sobre lo cultural¸ sobre aquellos supuestos valores que una comunidad va construyendo – generación tras generación – y pasándolos como en las carreras de posta, a tal velocidad y vertiginosidad, que el que recibe el testigo o estafeta (un tubo que pasa de corredor a corredor en un mismo equipo), no tiene tiempo de ver la calidad y el estado del mismo, porque las reglas del juego indican que simplemente tiene que acelerar y seguir corriendo, en la misma dirección y a la misma velocidad, de ser posible.
Y se autoproclamaron “la Civilización” y decidieron que lo Sudamericano y Originario, lo Nacional y lo Popular, eran “la Barbarie”. Y comenzaron a crear la ilusión del Argentino Europeo, parido por la popa de un barco.
Cuando vieron que la chusma radical o la negrada peronista, redistribuirían las riquezas de la República entre los Desposeídos y Descamisados, reflotaron los uniformes Militares y ponderaron sus virtudes a la sombra de revolucionarios como Belgrano y San Martín, sosteniendo esa carrera de postas, durante cinco décadas de un mismo siglo. Desde Diario Crítica, con La Nación y hasta Clarín, aseguraron otra carrera, sumando luego a nuevos corredores como Infobae y Revista Noticias, ante la evolución de los Desposeídos y Descamisados, a ser Empoderados por la Política y por el propio Estado.
De Mirtha Legrand y Susana Giménez, a Marcelo Tinelli, la nieta Juana Viale; de manipuladora “Los Colimbas se divierten”, a la degradación de “Gran Hermano”. De Menem y las relaciones carnales con los EEUU, a Mauricio Macri pidiendo enamorarnos del FMI y de su Directora de turno. De la Santa Misa televisada los domingos, a decenas de canales para religiosos noctámbulos y permeables hasta la médula.
Y Milei (tal es el retroceso), volviendo al inicio de la carrera de relevos, considerándose parte de una elite y conformando un gobierno de y para las élites, reivindicando uniformes que traicionaron a la Patria, reflotando el poder de la palabra celestial y calificando con las peores palabras y términos, a opositores; a Movimientos Sociales; a quienes Luchan por una Patria Libre, Independiente y Soberana; a quienes no necesitan de Blanqueos periódicos para lavar sus sábanas meadas y cagadas.
Postas aseguradas, desde hace apenas doscientos años.
