Como cada 3 de mayo, Tafí Viejo festeja un nuevo aniversario. En esta oportunidad se trata de 124 años de una ciudad que en su camino construyó una rica historia, que la hace una de las más importantes de Tucumán.
Se fundó en 1900, en 1910 se inauguraron los talleres ferroviarios y en 1920 comenzó allí la actividad citrícola. Transitó nombres como San José de Calasanz y Villa General Mitre, hasta llegar a su denominación actual: proviene del vocablo aimara Thaaui y significa lugar donde sopla aire frío. El 2 de junio de 1939, obtuvo el título de municipalidad.
La instalación de los Talleres Ferroviarios produjo la llegada de trabajadores de otras provincias y extranjeros que poblaron estas tierras.
La explotación de la industria citrícola tuvo un rol fundamental en el camino del crecimiento taficeño, lo que le valió la denominación de “Capital Nacional del Limón”.
Es una de las principales productoras y exportadoras de productos cítricos del mundo.
La ciudad, de forma gradual, recuperó parte de su patrimonio histórico con una fuerte apuesta al turismo y al desarrollo de nuevas políticas ambientales y de inclusión. Reflejo de ello fueron las construcciones y puesta en valor del CIAT, Hostería Atahualpa Yupanqui y Mercado Municipal, por nombrar algunos.
“Cuando Dios pensó en una ciudad que creciera mansa desde el pan, Tafí Viejo se inundó de luz floreciendo por su propia cruz”, reza el inicio del texto que es citado por el recordado Carlos “Titi” Enrico y que acompaña un video institucional, en alusión a la celebración.
En el audiovisual se pueden apreciar espacios emblemáticos de la ciudad como los Talleres Ferroviarios, La Cruz Papa Francisco, la plaza Bartolomé Mitre, la avenida Alem y parroquia Inmaculada Concepción, entre otros.
“Tafí Viejo, mi ayer, mi presente y mi fe”, culmina la presentación con la mirada y la figura del querido historiador, músico y gestor de la ciudad.
